Después de la trompa, la resaca, las infusiones y los calditos de la Yeli, unido todo a horrendas alucinaciones, Manué no controla; y la prueba es que ¡se ha levantado del sofá!:
-¡Qué raro'toy y qué lijhero mencuentro! ¡po no me creo que ha'ta made'pegao de lo'zofale! E'to no' tá pazando, e'to no'tá pazando, e'to no'tá pazando...no'tá pazando...
Manué tumbate ya ijo tu tá malo, malo... mu malo no tá lijero tá perdiendo "maza muzculá"!
ResponderEliminarLa Yeli